jueves, 14 de agosto de 2008

La búsqueda del tesoro de Atahualpa


Una de las más famosas leyendas relatadas y que ha despertado el interés de millones de personas, y no solo de los ecuatorianos, es la del gran tesoro de Atahualpa. ¿Pero que hay detrás de esta historia, de su búsqueda y de los frutos de las mismas? Se dice que Rumiñahui sigue cuidando sigilosamente el lugar exacto del tesoro y no dejando que este sea tomado por nadie.

Cuenta la historia que el inca Atahualpa ofreció a sus captores españoles un cuarto lleno de oro, a cambio de su libertad.Aceptado el trato por parte de los europeos, de todas partes del Tawantinsuyu empezaron a salir cargas de oro hacia Cajamarca para salvar la vida del inca. Pero cuando casi estaba lleno el cuarto del precioso metal, los españoles abandonaron el trato y mataron a Atahualpa. La noticia de su muerte no tardaría en llegar por todo el imperio inca, así muchas cargas que iban en camino hacia Cajamarca, al enterarse de la noticia y por orden de Rumiñahui, fueron desviadas de su ruta original hacia escondites fuera del alcance de la codicia española.

Pero a pesar del tiempo, la historia vuelve, el accidente de un helicóptero en el que viajaban cuatro arqueólogos de Estados Unidos en una zona entre las provincias del Cañar y Azuay, resucitó la leyenda.


Los arqueólogos pertenecen a un grupo de investigadores de la Asociación de Investigadores Marítimos de las Indias y del Instituto de Arqueología Náutica de la Universidad de Texas y la Fundación Widam, que desde noviembre de 1998 en esa zona sureña de Sigsig, en las montes de los Llanganates, vienen realizando estudios sobre el famoso tesoro.
De acuerdo con un estudio realizado en el Museo de Indias y con base en comparaciones de escritos sobre el tesoro, éste existe. Ya que puede haberse creado una leyenda a su contorno, como siempre ocurre con hechos históricos como éstos, pero el hecho sucedió, por lo tanto el oro debe estar en alguna parte. Está comprobado que los escritos que apuntan al rescate de Atahualpa son en un 90 por ciento verídicos.

El grupo de arqueólogos para su investigación realizo como primer paso buscar evidencias de restos humanos de la época en el fondo del lago de Sigsig, pero mientras realizaban sus indagaciones fueron sorprendidos por un grupo de mineros que extraían el oro del lugar en forma artesanal, quienes quisieron expulsarlos porque creían que se trataba de mineros extranjeros. Eso forzó a la misión arqueológica a solicitar a las autoridades locales protección, y a contratar un helicóptero para que, terminada esa primera etapa, los evacuara del lugar sin tener que pasar por la zona minera. Sin embargo, sólo cuatro pudieron salir ya que en el segundo viaje, cuando viajaba de Sigsig a Gualaceo, el helicóptero se accidentó debido a una ráfaga de viento que lo desestabilizó y los lanzó a las aguas de la denominada "laguna encantada". Los cuatro arqueólogos norteamericanos heridos lograron salvar la vida.

Para algunos habitantes de la zona el accidente habría sido provocado por el espíritu de Rumiñahui, que no quiere dejar que el secreto pueda ser descubierto. Una de las moradoras de la zona, cree que no se debe jugar con el fantasma de los antepasados porque pueden traer mala suerte. "Para qué buscar un tesoro que se lo llevó la laguna y seguramente está resguardado por los valerosos guerreros de Rumiñahui. Esa ambición puede resultarles muy negativa", comentó.

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